02 febrero, 2013

Como un queso

Mi intención era ponerme como un queso antes de irme a Dublín pero me temo que ya no me da tiempo.

¿Y por qué quería ponerme como un queso?... Yo qué sé, quizás porque me preocupan demasiadas cosas e intento despistarme preocupándome por mi aspecto físico, quizás porque soy consciente de que voy a conocer a un montón de gente y quiero no dar una mala primera impresión, o quizás porque soy tan banal que pienso que pesando cinco o seis kilos menos no se va a notar que tengo veinte años más.

Lo cierto es que mis momentos críticos se caracterizan por sustanciales aumentos o pérdidas de peso y estos días no puedo parar de comer compulsivamente todo lo que pillo por casa.


Bueno, pero que conste que como un queso estoy... uno de bola, tal vez. 

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