31 marzo, 2013

Sexo

He estado posponiendo esta entrada como buena niña de colegio de monjas, parece que los tabues bien aprendidos no se olvidan.

El sexo no deja de ser uno de los componentes cotidianos (a veces más y a veces menos) de mi vida, y, como mujer monógama separada por más de mil quinientos kilómetros de mi legítima pareja sexual, presiento que se me va a hacer muy largo.

Hubiera sido más difícil hace un par de años, prácticamente inviable, pero como parece que los astros se han alineado para que todo fluya supongo que con un par de visitas y un hotel coqueto sobreviviré.

Y en la maleta aún me cabe alguna cosilla.


29 marzo, 2013

Cuatro (home sweet home)

A cuatro días de estar allí puedo ver la casa como era hace cuatro años, aunque Google me sitúa directamente en el coche.















Lo cierto es que no es una casa muy distinta de la mía y  según parece en ella viven Jennifer, su marido y sus tres hijos, de nueve años, seis años y cinco meses.

Y yo me pregunto por qué una puérpera, con dos hijos más, mete a alguien en su casa a quien se supone que tiene que prepararle desayunos y cenas (y comidas los fines de semana). Supongo que será por cuestiones económicas.

A cuatro días, dispuesta a conocer a Jennifer y familia.

28 marzo, 2013

Internet

Y por fin ha llegado a nuestras manos la información sobre las familias.

Llevo algún tiempo preocupada (preocupada igual es exagerar un poco, pero sí que le he dado vueltas) por si en la casa a la que me toca ir no hay conexión a internet. Me escudo en la excusa de un proyecto en el que tengo que trabajar paralelamente a mis prácticas pero lo cierto es que yo necesito internet a todas horas, lo necesito en Monforte y lo necesitaré en Dublín, para estar en contacto con mi marido, con mis hijos, con mis amigos, y para seguir apoyándome en esta especie de terapia bloguística.

Hace unas horas he recibido un correo del coordinador con los datos sobre las familias, la mía y las de las demás. En todos los casos se especifica que hay conexión a internet y en algunos wifi. Bueno, en todos los casos no, en mi caso no pone nada, ni siquiera incluye, como la mayoría de los demás, una dirección de e-mail de contacto. 

Hay más datos, pero después del subidón de tener por fin alguna referencia (paseo Google maps incluído) y el bajón de no saber si hay internet, estoy en un estado definible como "interruptus", esperando...

El señor Murphy, siempre acechando.


26 marzo, 2013

Siete

Una semana, que vienen siendo siete días.

De hoy en siete días estaré en otra casa, en otra ciudad, en otro país, en otro huso horario. No sé si esa es la razón de esta sensación de mareo permanente que tengo desde hace unas horas (¿o son días?) o si son restos de ese festival vírico que tuvimos en casa la semana pasada.

Con la maleta a medio hacer, con el equipaje de mano a medio pensar, con el bolso a medio llenar, con el mp3 a medio organizar, con la cámara de fotos sin descargar, con los pendrives sin ordenar... ¿no notais ya el mareo? 

Y lo cierto es que mi madre tampoco ayuda preguntando entre el click, click, click de los bolillos: "te quedan dos días, ¿no?, ¿o son tres?"

Quizás siete días sea un plazo razonable para darme a la tila.



24 marzo, 2013

Cuestión de etiqueta


"Arreglá pero informal"

Parece ser que durante las prácticas se espera de nosotras que respondamos al estilo de vestir "smart casual" y a mí me viene a la cabeza Martirio. Me temo que el chandal y los tacones no van a encajar bien en el concepto "smart casual" pero tampoco sé si esperan que renuncie a mis Chiruca en un clima frío y húmedo.

Hay un programa de televisión odioso en el canal Divinity en el que los protagonistas son engañados por sus seres queridos para dar un giro radical a su vida sometiéndose a los caprichos de la moda. Programa tras programa te bombardean con la idea de que una imagen sometida a los dictámenes de la moda es la solución a todos los problemas, desde la baja autoestima al desempleo.

Si me llevaran a una edición express del "How do I look?" (que así se llama el infame programa) quizás consiguiera un look "smart casual" en nueve días, pero como eso no va a ocurrir me aferraré a la idea de que los informáticos son gente más "casual" que "smart" y vestiré con mi ropa habitual.

Espero que, a pesar de todo, alguna empresa me quiera.

23 marzo, 2013

No-lista

A la lista de listas:

  • Objetos para llevar
  • Ropa para llevar
  • Documentos
  • Cosas que hacer antes de marchar
  • Cosas que hacer cuando esté en Dublín

Tengo que añadirle la no-lista, la lista de las cosas de las que no me voy a poder ocupar esta primavera:

  • Plantar girasoles
  • Quitar los edredones nórdicos
  • Sacar los huevos de los gusanos de seda de la nevera (y criarlos)
  • Limpiar los muros con la hidrolimpiadora
  • Sacar el balancín al jardín
  • Adecentar el jardín

¿Se ocupará alguien en mi ausencia?... veremos.

22 marzo, 2013

Maletas

Mi maleta pesa seis kilos y medio.

Yo tenía una maleta normalita, de esas rígidas, para viajar. La conseguí por un módico precio juntando los puntos de las compras en el Haley y me cabía mi vida y la de mi familia, no necesitaba más. 

Pero un viaje de vuelta de no me acuerdo dónde Air Europa maltrató mi maleta y acabó llena de agujeros. El servicio de atención al cliente fue atento y rápido y me envió a casa una nueva maleta rígida, de un verde pistacho monísimo, pero si en mi vieja maleta cabía una vida y media en esta cabía mi vieja maleta. 

Yo no necesito una maleta de 75 centímetros de alto y 30 de fondo. No la necesito cuando viajo con toda mi familia y mucho menos para viajar sola. No necesito una maleta que pese un tercio del peso que puedo facturar.

Creo que primero voy a juntar todo lo que quiero meter en la maleta y después buscaré una del tamaño adecuado.


21 marzo, 2013

Naturalmente

La naturaleza es sabia.

Como veía que me estaba empezando a preocupar un poco el asunto este de marcharme de casa dos meses y medio a un lugar donde hablan un idioma que no domino y en el que tengo que hacer unas prácticas, ha decidido que estaría mejor preocupándome por otros asuntos.

Primero empecé a estornudar de una forma un poco "alérgica" pero como yo no tengo alergias conocidas no me preocupé lo suficiente.

Así que la sabia naturaleza, siempre preocupada pormi salud mental, ha decidido aumentar la apuesta y ahora tengo una niña con 38'8º que ha vomitado en el suelo de su habitación y respira ruidosamente en mi cama.

Ahora estornudo, limpio vómitos y dosifico antipiréticos. Vale, objetivo conseguido, pero no hacía falta.

20 marzo, 2013

Primavera

Hoy, a trece días del día D, pocos minutos después de las doce de mediodía ha empezado la primavera.

Ayer, supongo que inconscientemente, se me quedó una respuesta en el tintero:
  • una primavera

Porque después de preguntarme cuándo me voy llega la duda: "¿y cuánto ibas a estar allí?"

Si sumamos estos trece días (que ya no estoy muy aquí), mis prácticas y un par de días de aclimatación a la vuelta el resultado es una primavera.

Tengo que ir haciendo planes para el verano.


19 marzo, 2013

Preguntas

¿Cuándo te vas?

A catorce días del día D (D de Dublín) la pregunta más recurrente es: "¿cuándo te vas?". Cada día la escucho entre 1 y n veces (n tiende a infinito, por supuesto).

En cualquier caso puedo responder del tirón a las preguntas más frecuentes:
  • Me voy dentro de catorce días.
  • No, aún no tengo preparada la maleta.
  • No, no sé en qué empresa voy a hacer las prácticas.
  • No, no sé con qué familia voy a estar.
  • 12 y 9 años.

A veces, entre la quinta y la sexta vez que me lo preguntan me da un vuelco el estómago, a veces hasta tengo que controlar la sensación de náusea. El resto del tiempo estoy en un estado entre inconsciente y confiado, prácticamente segura de que, pase lo que pase, lo voy a disfrutar.

18 marzo, 2013

¡Primer!

Para el primero que diga para mí, ¡para mí!

Y así, gritando "¡primer!", estrenaremos temporada de Aer Lingus. El primer avión del primer día de la temporada desde Santiago nos llevará a Dublín. Me recuerda un poco aquella canción de El turista 1.999.999, a ver si nos van a dar un premio, o salimos en las noticias o algo.

Pero, una cosa, ¿solo a mí me suena raro esto de Aer Lingus?

16 marzo, 2013

Entrenamiento

A principio de curso decidí que no quería "cogerle cariño" a nadie más, que estaba harta de cambiar de curso y de compañeros que desaparecen de mi vida como aparecen. Evidentemente fue uno de esos propósitos que no se cumplen, y me alegro.

Este curso, por nuestro concienzudo estilo de seguimiento huelguístico, uno de los profesores nos bautizó como "los sindicalistas".

Y mis sindicalistas son gente muy concienciada y muy concinezuda: si hay que hacer huelga se hace huelga, si hay que comerse una lasaña no quedan ni las migas, y si hay que salir... se sale.

La llegada del día de San Patricio preocupó a mis sindicalistas, que, con su espíritu de sacrificio habitual, decidieron que a Dublín no se puede ir así como así, que requiere un entrenamiento, y me llevaron a la cervecería Mulligans.


Supongo que este pedazo resacón sindicalista equivale a unas buenas agujetas.


15 marzo, 2013

Listas V

"Vanity set":
       depilación
 
      limpieza de cutis/tratamiento con caviar 

14 marzo, 2013

Reutilizar

Y sí, también lo confieso, tengo una relación enfermiza con mi báscula.

Hace unos años llegué a mi nivel máximo de peso y decidí tomar medidas, empecé a hacer una dieta y eso supuso un montón de cambios en mi vida: cambié de talla, cambié de amigos, cambié de humor y... compré una báscula.

Ahora peso casi lo mismo que en aquel momento, he perdido el contacto con casi toda la gente que conocí y... la báscula sigue ahí, con demasiada influencia sobre mi humor.

Mi báscula, que tantas alegrías y disgustos me da, merece un empleo más digno, así que, de aquí a fin de mes, la dedicaré al pesaje de objetos diversos, hasta un total de 30 kilos.

Quién sabe, quizás después la jubile.

13 marzo, 2013

Síndrome del nido

Mi cuerpo es un eterno confundido, no es extraño que confunda la regla con un embarazo pequeñito con su correspondiente síndrome del nido.

Mi síndrome del nido menstrual se caracteriza por un irrefrenable impulso de ordenar, limpiar, lavar, comprar y cocinar, y, como se corresponde con un embarazo pequeñito, es tan intenso como efímero. 

A veces se benefician los baños, otras el desván, a veces vacío el cesto de la ropa sucia y lleno el congelador de comida cocinada (que no precocinada). Y a veces me quedo a medio limpiar, o a medio ordenar, o a medio cocinar todo lo que medio compré, y todo tiene que esperar otra vez a ver si el próximo mes mi cuerpo se vuelve a confundir.

Esta especie de embarazo dublinés también tiene su síndrome de nido que incluye aspectos tan heterogéneos como revisiones odontológicas o el pago de las actividades extraescolares hasta el fin de los tiempos. 

Como si no hubiera mañana.
 

12 marzo, 2013

Él

No podría irme sin él, aunque él no vaya. 

Él fue el primero en insinuar que me apuntaba al ciclo para irme a Dublín, él fue el primero en bromear con que podía ir, el primero en animarme y en convencerme de que puedo (Yes, I can!). Él no me ha puesto una mala cara, no se ha quejado de nada.

Nos conocimos hace algo más veinte años y, salvo el primero, no hemos pasado mucho tiempo seguido separados, nunca más de diez días. 

Él es el primero en decir que no hay problema, que todo va a ir bien, que ya se organizarán.

Sé que no hay muchos como él y sé que tengo suerte de que sea él.

08 marzo, 2013

Gracias

Supongo que me precipité un poco empezando este blog, que estaréis saturados de preparativos y de reflexiones. Supongo que es como ver unos títulos de crédito larguísimos sin saber si la película va a merecer la pena.

Porque leerme, sé que alguien me lee, que si una cosa hago es mirar las estadísticas. 

Sé que casi todo el mundo que me lee lo hace desde eso que blogger denomina España y que, además de algún desliz ocasional desde Brasil, Ghana o Taiwan, también tengo algún lector o lectora prácticamente diario en Alemania.

Pero dejadme que me queje un poco: valoro como un auténtico regalo los comentarios que están pero echo de menos los que no están.

Siento que me falta la retroalimentación, me falta saber si una entrada diaria es estirar lo inestirable, si habéis pensado o sentido algo parecido alguna vez, si os sorprendió la foto del objeto no identificado y qué pensasteis al verlo antes de daros cuenta de lo que era, me falta un saludo, una pregunta, una sonrisa... necesito interacción.


Y después de tanta confesión con reproche/petición enmascarado, un cotilleo gratis: me cuesta un mundo escribir las entradas sin emoticonos, las sonrisas y los guiños corren de vuestra cuenta y os aseguro que los hay.


07 marzo, 2013

Drogas

Basándome en el hecho, por todos conocido, de que cargar con un paraguas reduce significativamente las probabilidades de lluvia, he decidido cargar con un pequeño fondo de armario de drogas.

La primera vez que me quedé trabada con los brazos en alto, incapaz de moverme, tenía 12 años. Desde entonces he sobrevivido a muchos episodios parecidos.

Creo que fue a los 20 cuando un traumatólogo me despidió de su consulta con unas pastillitas marrones en la mano. Supongo que es la forma de hacer que alguien se "enganche" a una marca, porque sí. Lo cierto es que en los peores momentos esas pastillitas marrones me hacían efecto y no me planteé comprar otras.

No recuerdo la última vez que las tomé pero esta mañana he entrado en una farmacia y, tras elegir entre un abanico imcomprensible de concentraciones y formatos, he salido con mis pastillas marrones.

Entre las pastillas marrones, mi gel antiinflamatorio, un par de paracetamoles, un par de ibuprofenos y una caja de aspirinas... ¡malo será!

06 marzo, 2013

Listas IV

Repasar mi tatoo 










Por lo visto el negocio de los tatuajes no va demasiado mal.

Parece ser que no me pueden dar cita hasta mayo así que será a la vuelta, a no ser que tengan un hueco y me avisen al móvil. Veremos (dijo un ciego).






05 marzo, 2013

Friki

Hay frikis de muchos tipos. Según la frikipedia (perdón, la wikipedia) es un término coloquial para referirse a una persona cuyas aficiones, comportamiento o vestuario son inusuales.

En casa me llaman friki porque, después de 5 años, he incorporado algunas palabras de vocabulario informático a mi propio vocabulario, porque entiendo e incluso hago bromas insustanciales sobre números binarios o el uso del "sudo".

En el instituto me llamaban friki porque en lo que duraba la instalación de un windows (XP supongo), sacaba un ganchillo y lana de colores y les enseñaba lo que es un amigurumi.

Supongo que llevar dulces caseros a clase también tiene su punto de frikismo.

Y, como friki que soy, llevo días pensando qué útiles para frikies meter en mi maleta... ¿agujas de calcetar, ganchillos, lana, miraguano...? Y me pregunto si toparé en "mi casa" con alguna tejedora con quien compartir frikismo...

Mientras tanto, para ir calentando motores, mi friki-tocaya me enlaza al paraíso.

 

04 marzo, 2013

Expectativas


Sí, lo confieso, tengo muy poca tolerancia a la frustración. 

Evidentemente la vida es una sucesión de acontecimientos que, la mayor parte de las veces, no son como nos imaginamos, como nos gustaría que fueran.

Fabular es fácil e incluso placentero, anticiparse a los sucesos, disfrutar la espera soñando con lo que va a ser. El peligro es no ser capaz de asumir la realidad, no sobreponerse a los cambios de planes, a los retrasos, a las anulaciones. Esperar algo que no va a suceder impide disfrutar de lo que sucede.


Así que, sin que sirva de precedente, y dado que necesito todo el sitio posible en mi maleta para mis pipas, me dispongo a viajar sin el lastre de las expectativas. Una aventura como esta se merece la ligereza de ánimo, las ganas de vivirla, sin más, y eso es lo que hay.

La expectativas son palos en las ruedas de mis sueños.

02 marzo, 2013

Cuenta atrás

Supongo que nadie de mi edad puede pensar en el concepto "cuenta atrás" sin que resuene Europe en su cabeza (hasta nos enseñaron a decir "countdown").

Y es que después de la recta final (algo más corta de lo previsto) llega la cuenta atrás. De hoy en un mes me levantaré en Monforte y me acostaré en Dublín. 

 Hay muchas cosas que desconozco de esta aventura, en realidad lo único que conozco es la fecha de salida, la de regreso y el nombre de la empresa que gestiona nuestra estancia y nuestras prácticas en Dublín (Swan).

Tengo entendido que una persona de esa empresa irá a recogernos al aeropuerto y... por pura lógica deduzco que ese mismo día conoceré la casa en la que voy a vivir y la familia que me acogerá. A partir de ahí todo son supongos y preguntas... ¿cómo será la casa?, ¿cómo será la familia?, ¿cómo será la comida?, ¿cómo será la academia de inglés?, ¿cómo será la empresa?, ¿qué tendré que hacer allí?...

Lo cierto es que en un mes aterrizaré en Dublín y estoy dispuesta a recibir todas las respuestas.


01 marzo, 2013

Cabos sueltos

Tengo la sensación de tener que dejar todo atado y bien atado.

Y soy consciente de que no, no es necesario que deje todo limpio, todo ordenado, todo cosido, todo comprado... 

Pero hay un asunto que sí que me gustaría dejar finiquitado, espero una cita en el hospital de Santiago para una resonancia (no para mí, evidentemente) y me gustaría estar, el día que la hagan y el día que nos den los resultados.

Por una parte preferiría que, de no ser antes de irme, fuera después de volver pero por otra... ya tenía que haber sido, así que cuanto antes mejor.

No me gusta dejar cabos sueltos, y menos este. Seguiremos esperando.