11 abril, 2013

Montaña rusa

Esta iba a ser una aventura sin expectativas, y una mierda.

Embarcarse en una aventura como esta es una garantía de una continua necesidad de adaptación. Primero es la familia y un nuevo espacio físico, a continuación las clases y un nuevo profesor, después la empresa y nueva gente... y yo no soy una persona que encaje muy bien los cambios.

No sé cuales eran las expectativas pero las había, supongo que por eso me tengo que reponer de bajadas y subidas, bajada al ver mi nuevo hogar sin internet, subida al acostumbrarme y disfrutar de la autonomía, bajada al no ser recibida por nadie en la empresa, subida al llegar temprano y hablar (y hacerme fotos) con la jefa (muy maja, por cierto).

Tengo que decir a mi favor que me estoy recuperando muy rápido de las bajadas y que el mérito es mío.

Supongo que podría quedarme abajo alguna vez y coger un avión hacia a España, como hizo una de las cinco que vinimos.

Ahora somos cuatro pero creo que mi montaña rusa es la más espectacular.

2 comentarios:

  1. Bien por las recuperaciones rápidas. Yo sigo pensando que eres una valiente. Y mucho. Y te entiendo porque me pasa lo mismo con los cambios. Aunque me los haya buscado yo, me cuestan. Palante!!! :)

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    1. Seré valiente, o inconsciente, o algo :)
      Gracias por los ánimos :o*

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