10 abril, 2013

Cansancio

Creía mi alma inservible pero era cansancio vulgar nada más.

Todo el que haya recibido algún correo electrónico mío habrá leído, al menos una vez, esa frase. Mi mantra es de Silvio Rodríguez y tengo que tenerlo siempre a mano porque a mí el cansancio me juega muy malas pasadas.

Ayer me levanté a las siete, me duché, me preparé el desayuno y la comida para llevar al trabajo, fui a trabajar, volví andando hacia el centro para tomar un poco el aire, tuve tres horas de clase y, muerta de cansancio (físico y mental) cogí un autobús pensando que me iba a dejar en mi parada habitual.

Lo cierto es que mi cansancio es el responsable de que en realidad no sepa por qué acabé en una parada alejada de la mía, de noche, en un barrio residencial de esos en los que todo es igual y no sabes dónde estás.

No sé si el cansancio me hizo coger un autobús equivocado (en cualquier caso era el que me recomendaron desde la empresa que gestiona todo esto cuando me asignaron la familia), no sé si ese autobús unas veces hace un recorrido y otras otro (porque yo juraría que no es la primera vez que lo cogía y la primera le pregunté al conductor por mi parada), no sé si realmente hizo otro recorrido o si ni siquiera me enteré de mi parada...

Dos autobuses (tres en total) y cuatro dublineses después llegué a casa, muerta de cansancio (físico y emocional).



6 comentarios:

  1. Boas noites! Que descanses!
    Mari

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  2. Aí, pobriña, que mal rato! Pero chegaches, safe and sound :)
    :*

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  3. Espero q teñas descansado ben. Ruliña acórdome moito de ti, es un exemplo a seguir. Bicos grandes

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  4. Grazas por acordarte de min :) pero o de exemplo a seguir... non me atrevería eu a aseguralo
    O outro día mirando as estatísticas do meu blogue descubrín que unha das fontes de tráfico é un blogue dunha tal María Varela (e creo recordar levemente que eu tiña que recordar que existía :S, son o peor)
    :o*

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