23 junio, 2013

Síndrome de Estocolmo

Me he sorprendido a mí misma mirando las tarifas de Lycamobile...


Tengo un montón de sentimientos y recuerdos encontrados. Recuerdo a mi "host family" y tienden a caerme bien, recuerdo los días que esperé una cena que no llegó y pienso que no deben caerme bien. Me pregunto si tendría razón la "Lora Lurpia" (la persona que coordinaba nuestra estancia en Dublín) y la culpa fue mía por no protestar, no reclamar, no pedir, no meterme en una casa en la que nunca me sentí invitada a entrar.

Recuerdo mi empresa y  pienso en todos con cariño, recuerdo lo indefensa, ignorada y ninguneada que me sentí cuando llegué y me pregunto si eso no debería enfadarme. Y me pregunto si solo sería falta de perspectiva y realmente habrá sido una valiosa experiencia laboral.

No sé qué sentir ni qué pensar, no sé si es cuestión de tiempo o si tendré que tomar postura conscientemente para forjar ese recuerdo con el que quedarme definitivamente.

Mientras tanto sigo bebiendo Guinness y comiendo patatas. ¿Síndrome de Estocolmo?

No hay comentarios:

Publicar un comentario