20 junio, 2013

Cosas de la edad

Pues no, no da igual tener veinte años que cuarenta.

Aunque he demostrado con creces que puedo ir a clase, convivir, trabajar y divertirme con mis compis de veintitantos no tengo veintitantos.

La primera semana, en las clases de inglés, fui consciente de que tener cuarenta años no ayuda a relacionarse. Puedes tener todo el buen rollo que quieras pero nadie te va a invitar a ningún plan post-clase. Quizás con un mes de clases, el roce y el cariño... pero las clases duraron tres días.

Dublín está llena de gente de paso, gente que va a aprender inglés, trabajar, hacer prácticas en empresas... la gente de prácticas que coincidió conmigo en mi empresa estaba entre los 16 y los 25 años. No, no sentí que pudiera compartir con ellos ningún plan post-trabajo, al menos ninguno propuesto por mí.

Quizás echarle la culpa a la edad sea una forma de justificar mi poca capacidad social o mi timidez... puede ser.

Solo un consejo, si tienes veintitantos y la oportunidad de hacer prácticas (o lo que sea) en un país extranjero, hazlo. 

Y si tienes cuarentaitantos... también. 





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