24 junio, 2013

Cuestión de etiqueta II


Me monto en mi bici con mis pantalones de rayas y sonrío.

Me acuerdo del  "smart casual" que me trajo un poco de cabeza mientras necesitaba preocuparme por vanalidades para mantener la cabeza despistada. 

Mi "smart casual" fue una combinación de Chirucas, vaqueros, camisetas, y distintas capas de chaquetas y abrigos que fueron desapareciendo con el tiempo.

Mis jefas "adoraban" mis "tops" (Ohhhhh!, I love your top!) pero el momento de máxima "adoración" llegó cuando mi jefa (la jefa, jefa) descubrió mis pantalones de rayas el primer día de sol de verdad: "Ohhhhhhhhhhh!, I love your trousers!" (¡Ohhhhhhh!, adoro tus pantalones) y se empeñó en que todos los miraran mientras seguía adorando los colores y no sé cuántas cosas más.

El último día, mi jefa me regaló una camiseta, uno de esos productos exclusivos de la Guinness Storehouse. Me dijo: "para tí tenía que ser roja"  (y no dijo nada acerca del generoso escote que también identificó con mi forma de vestir)

El "smart casual" de mi empresa resultó ser bastante "casual" y bastante poco "smart", como yo misma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario