Me he sorprendido a mí misma mirando las tarifas de Lycamobile...
Tengo un montón de sentimientos y recuerdos encontrados. Recuerdo a mi "host family" y tienden a caerme bien, recuerdo los días que esperé una cena que no llegó y pienso que no deben caerme bien. Me pregunto si tendría razón la "Lora Lurpia" (la persona que coordinaba nuestra estancia en Dublín) y la culpa fue mía por no protestar, no reclamar, no pedir, no meterme en una casa en la que nunca me sentí invitada a entrar.
Recuerdo mi empresa y pienso en todos con cariño, recuerdo lo indefensa, ignorada y ninguneada que me sentí cuando llegué y me pregunto si eso no debería enfadarme. Y me pregunto si solo sería falta de perspectiva y realmente habrá sido una valiosa experiencia laboral.
No sé qué sentir ni qué pensar, no sé si es cuestión de tiempo o si tendré que tomar postura conscientemente para forjar ese recuerdo con el que quedarme definitivamente.
Mientras tanto sigo bebiendo Guinness y comiendo patatas. ¿Síndrome de Estocolmo?
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